viernes, 6 de noviembre de 2009

· No hace mucho ·

Ultimamente recibí un mail en varias versiones que seguramente muchos hayan leído... se trata de recordar las cosas que hacíamos de chicos, y el valor que tenían en ese momento; como por ejemplo, solucionar los grandes dilemas con un "pan-queso", o un "ta-te-ti"; o descubrir nuestras mayores habilidades y nuestros límites con un "a que no te animás?"... y una larga lista de cosas que por supuesto me hacen recordar!!
Pero leyendo esas cosas tan generalizadas para todos, también recuerdo las cosas que a mí me marcaron en esa época (y lo digo como si ya fuera una abuela de 70 años). Recuerdo como si fuera ayer las ganas que tenía de empezar el jardín! y la envidia de verlo a mi hermano mayor llegar en el bondi del colegio; me acuerdo de cuando escribía letras sin ningún órden en particular, y le preguntaba a mi mamá si había logrado escribir alguna palabra coherente; la primera vez que lloré por una muerte fue del perro de mi abuela, Willie; y el primer día de vida de mi hermano menor, cómo lo observábamos con mi hermano mayor; y sus primeros pasos fue con nosotros también; una mañana de Reyes que recuerdo nublada porque no sabía usar los patines que me regalaron; una caída por la escalera que todos recuerdan mucho mejor que yo, para mí sólo está el resbalón, y el piso ensangrentado; la cicatriz que llevo en mi costado derecho por otra caída sobre una pecera; mi papá enseñándome a andar en bici sin rueditas!; qué grande me sentí la primera vez que me dieron permiso de ir sola al almacén, y tuve que cruzar una calle sola; las ganas que tenía de que me integraran al equipo de fútbol de los chicos del barrio; y las guerras de bombitas en carnaval!; cuando me rompí la boca jugando con mis hermanos, y no dijimos cómo había sido; la casita del árbol; cuando juntábamos los playmóbils de todos y armábamos una ciudad!; y la primera vez que lloré con una película fue Pocahontas; los viernes esperando ansiosísima las 6 de la tarde, qué vergüenza me dió darme cuenta que él sabía que me gustaba; las tardes al sol en la terraza; los domingos en la quinta; los asados de mi padrino; las tortillas de mi tía!; las noches de timba con mi abuela; y más cerca... empecé a tomar mate con vos; y las noches de pelis con un tecito y una frasada tiradas en el sillón!; la mudanza que duró una semana; las noches bizarras sentadas en la calle, o cocinando para todo el barrio; la noche en piyamas mirando el eclipse en el hovo-móvil; los domingos en el río con guitarra y mate; las tardes en la puerta de tu casa; las pastas después de ensayar; los colchones tirados en el piso; los reencuentros...

No me olvido...

2 comentarios:

Victoria dijo...

Uf! me piantaste el lagrimón mi vida
Cuantos recuerdos, cuantas noches en tu casa, cuantas lagrimas, cuantas risas, cuantas ilusiones, cuantos veranos juntas, cuantos desamores, cuantas caidas y cuantas levantadas... me pondria a nombrar aca un millon de cosas q vivimos juntas...

te quiero tanto tanto como para tenerte en mi brazo y se que vos tambien porque me tenes en tu gamba

a vivir la vida se ha dicho y recorda que aca siempre hay un colchon y un té demás!

Dnuske dijo...

Waw mary, yo no practico mucho esonde recordar, pero ahora q vos lo haces, es muy lindo, se me viene todo a la cabeza y no puedo creer q estés lejos , q ganas de charlar con vos , de estar con vooooos ( a lo floger viste) yo recuerdo muchas cosas, seria cuestión de sentarnos y charlar , un beso genia, te voto todos los días .