Tanto...

Te extraño tanto por la sencillez y honestidad de tu prescencia; porque nadie como vos le da tanta fuerza a un simple abrazo; porque nadie antes me había regalado un pedazo de su vida, ni siquiera en una melodía; porque cada palabra que salió de tu boca tuvo valor y dejó una clara marca en mi corazón; porque cada situación que vivimos vino de la mano de una extensa alegría que de sólo recordar me transporta a un mundo de sensaciones y euforia; porque nunca dejaste de compartir y confiar; y porque tu sola ausencia me produce un inmenso vacío.